El relactador, una solución para problemas de lactancia
exploraremos en detalle qué es un relactador y cómo puede ser útil en el proceso de lactancia. También proporcionaremos información útil sobre cómo utilizar un relactador, los diferentes tipos disponibles y los consejos para una lactancia exitosa.
¡Sigue leyendo para descubrir más sobre este dispositivo que puede hacer una gran diferencia en la vida de una madre y su bebé!

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- El kit de lactancia ayuda a las madres con baja producción de leche durante la lactancia. Esto proporciona al bebé más alimento mientras que la succión estimula la producción de leche
- Imita la acción natural de succión del bebé: el bebé tiene que crear un vacío para desencadenar el flujo de leche y así puede mantener su comportamiento natural de succión
- Fácil de usar: los tubos finos y flexibles se fijan a los pechos de la madre, mientras que el recipiente puede colocarse cómodamente en el pecho
Indice
¿Qué es un relactador?
Un relactador es un dispositivo que se utiliza para estimular la producción de leche en madres que han dejado de amamantar a sus bebés por un período de tiempo, ya sea por elección o por circunstancias médicas.
Consiste en un tubo que se conecta a una botella o bolsa que contiene leche materna o fórmula y se coloca cerca del pecho de la madre. El otro extremo del tubo se sujeta al pecho de la madre con una pezonera, un pequeño dispositivo de silicona que se coloca en el pezón para que el bebé pueda succionar a través del tubo mientras también se alimenta de la leche o la fórmula.
La función del relactador es permitir que el bebé succione en el pecho de la madre mientras recibe suplementos de leche materna o fórmula a través del tubo, lo que ayuda a estimular la producción de leche en la madre y a restablecer la lactancia materna.
Además, el relactador también puede ayudar a los bebés que tienen dificultades para succionar directamente del pecho de la madre, ya sea por una mala posición o un problema de succión, a obtener suficiente nutrición mientras se trabaja en mejorar su técnica de alimentación.
Es importante tener en cuenta que el uso de un relactador no es necesario para todas las madres que desean establecer o restablecer la lactancia materna.
Sin embargo, puede ser una herramienta valiosa para aquellas que han experimentado dificultades para amamantar a su bebé o que han dejado de hacerlo por un período de tiempo y desean reiniciar la producción de leche.
En cualquier caso, es recomendable buscar el consejo de un profesional de la salud capacitado antes de usar un relactador o cualquier otro dispositivo relacionado con la lactancia materna.
¿Cuándo se utiliza un relactador?
Un relactador se puede utilizar en una variedad de situaciones relacionadas con la lactancia materna. Aquí hay algunas de las más comunes:
- Interrupción de la lactancia: si una madre ha dejado de amamantar a su bebé por un período de tiempo y desea restablecer la lactancia, un relactador puede ser útil para estimular la producción de leche en la madre y permitir que el bebé succione y reciba suficiente nutrición.
- Bajo suministro de leche: algunas madres pueden tener dificultades para producir suficiente leche materna para satisfacer las necesidades nutricionales de su bebé. Un relactador puede ayudar a estimular la producción de leche en la madre y permitir que el bebé reciba suplementos mientras se trabaja en mejorar la producción de leche.
- Lactancia exclusiva: algunas madres pueden optar por la lactancia exclusiva, lo que significa que el bebé se alimenta exclusivamente de la leche materna y no de fórmula. Si la madre tiene dificultades para producir suficiente leche materna para satisfacer las necesidades nutricionales del bebé, un relactador puede ser una herramienta útil para estimular la producción de leche y permitir que el bebé se alimente exclusivamente de la leche materna.
En cualquier caso, es importante buscar el consejo de un profesional de la salud capacitado antes de utilizar un relactador u otros dispositivos relacionados con la lactancia materna.
Un profesional de la salud puede ayudar a determinar si un relactador es la opción correcta para la situación específica de la madre y el bebé, y proporcionar orientación y apoyo en el proceso de lactancia.
Ventajas del relactador
El uso de un relactador en la lactancia materna puede proporcionar una serie de beneficios tanto para la madre como para el bebé. Aquí hay algunas ventajas de utilizar un relactador:
- Estimulación de la producción de leche: el uso de un relactador puede ayudar a estimular la producción de leche en la madre. La succión del bebé en el pecho y la alimentación simultánea con la leche materna o la fórmula a través del tubo pueden ayudar a aumentar la producción de leche materna.
- Ayuda en la transición a la lactancia exclusiva: si una madre desea hacer la transición a la lactancia exclusiva, un relactador puede ser una herramienta útil para ayudar a estimular la producción de leche y permitir que el bebé se alimente exclusivamente de la leche materna.
- Creación de un vínculo más fuerte entre la madre y el bebé: la lactancia materna es una forma importante de crear un vínculo entre la madre y el bebé. El uso de un relactador puede ayudar a fomentar este vínculo, ya que permite que el bebé se alimente directamente del pecho de la madre mientras recibe suplementos a través del tubo.
- Ayuda a los bebés con dificultades de succión: algunos bebés pueden tener dificultades para succionar directamente del pecho de la madre. Un relactador puede ser útil para estos bebés, ya que les permite recibir suficiente nutrición mientras se trabaja en mejorar su técnica de alimentación.
En general, el uso de un relactador puede ser una herramienta valiosa en la lactancia materna, ya sea para establecer, restablecer o mantener la producción de leche.
Sin embargo, es importante recordar que cada situación es única y que es importante buscar el consejo de un profesional de la salud capacitado antes de utilizar un relactador o cualquier otro dispositivo relacionado con la lactancia materna.
Tipos de relactadores
Hay varios tipos de relactadores disponibles en el mercado, pero los dos más comunes son el relactador de lactancia asistida y el relactador de lactancia suplementaria.
- Relactador de lactancia asistida: Este tipo de relactador es utilizado en combinación con la lactancia materna. Se compone de un tubo delgado que se coloca cerca del pezón de la madre, permitiendo que el bebé succione tanto la leche materna como la fórmula o la leche donada. Este tipo de relactador se utiliza para estimular la producción de leche y para aumentar el suministro de leche materna.
- Relactador de lactancia suplementaria: Este tipo de relactador se utiliza para proporcionar suplementos a los bebés mientras se amamantan. Consiste en un recipiente que contiene fórmula o leche donada y un tubo delgado que se coloca cerca del pezón de la madre. El bebé succiona tanto la leche materna como la fórmula a través del mismo tubo.
- El relactador pezonera es un tipo de relactador que combina las características de un relactador de lactancia asistida y una pezonera. Consiste en una pezonera con un tubo delgado que se coloca cerca del pezón de la madre, permitiendo que el bebé succione tanto la leche materna como la fórmula o la leche donada.
Ambos tipos de relactadores son útiles para ayudar a establecer y mantener la lactancia materna, aunque su uso varía según la necesidad y la situación de cada madre y bebé.
Es importante recordar que el tipo de relactador que se debe utilizar depende de la situación individual de la madre y del bebé, y siempre es recomendable buscar el consejo de un profesional de la salud capacitado antes de utilizar cualquier dispositivo relacionado con la lactancia materna.
Cómo utilizar un relactador
A continuación, se detallan los pasos necesarios para utilizar un relactador de lactancia asistida:
- Preparar el dispositivo: asegúrate de tener el relactador limpio y desinfectado antes de cada uso. Si es necesario, consulta las instrucciones del fabricante para saber cómo desmontar el dispositivo y limpiarlo adecuadamente.
- Preparar la fórmula o la leche donada: si se va a utilizar una fórmula o leche donada, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante para prepararla adecuadamente. Si estás utilizando leche materna previamente extraída, asegúrate de que esté fresca y bien refrigerada.
- Colocar el tubo delgado: coloca el tubo delgado cerca del pezón de la madre, asegurándote de que esté bien sujeto. Si es necesario, puedes utilizar una pinza de ropa para sujetarlo en su lugar.
- Colocar el relactador: coloca el relactador en la posición adecuada, asegurándote de que esté bien sujeto. Si estás utilizando un relactador de lactancia asistida, asegúrate de que el bebé pueda alcanzar tanto el pezón como el tubo delgado.
- Iniciar la lactancia: ayuda al bebé a sujetar el pezón de la madre y asegúrate de que el tubo delgado esté en su boca. Asegúrate de que el bebé esté succionando correctamente y de que no esté sufriendo ninguna incomodidad.
- Alimentar al bebé: mientras el bebé succiona la leche materna, la fórmula o la leche donada, asegúrate de que el suministro fluya libremente por el tubo delgado. Si el suministro parece estar atascado, intenta ajustar la posición del relactador o del tubo delgado.
- Finalizar la lactancia: una vez que el bebé haya terminado de amamantar, asegúrate de retirar el relactador y el tubo delgado con cuidado. Si es necesario, puedes utilizar una gasa estéril para limpiar cualquier residuo.
Consejos para el uso del relactador
se presentan algunos consejos adicionales para el uso efectivo del relactador:
- Elige el momento adecuado: es importante elegir el momento adecuado para utilizar el relactador. Algunos momentos ideales incluyen después de una sesión de lactancia exitosa, antes de una sesión de lactancia para ayudar a estimular la producción de leche o cuando se desea ofrecer una alimentación suplementaria adicional.
- Asegúrate de una buena posición: una buena posición del bebé es clave para una lactancia exitosa con el relactador. Asegúrate de que el bebé esté cómodo y bien sujeto al pecho. Si es necesario, utiliza almohadas o cojines para apoyar al bebé.
- Establece una frecuencia regular: utiliza el relactador de forma regular para estimular la producción de leche materna. Asegúrate de que la frecuencia sea adecuada a las necesidades de la madre y el bebé. Puedes consultar con un profesional de la salud capacitado para determinar la frecuencia adecuada para tu situación específica.
- Controla la cantidad de suministro: es importante controlar la cantidad de suministro de leche que se proporciona al bebé a través del relactador. Demasiado suministro de leche puede ser abrumador para el bebé, mientras que muy poco suministro puede no ser suficiente para satisfacer sus necesidades. Controla la cantidad de suministro de leche y ajusta la posición del relactador y el tubo delgado si es necesario.
- Busca apoyo: la lactancia materna puede ser un desafío y el uso del relactador puede requerir tiempo y paciencia. Busca apoyo de profesionales de la salud capacitados, grupos de apoyo de lactancia materna o amigos y familiares que hayan pasado por una experiencia similar.
Cuidado y limpieza del relactador
Es importante mantener el relactador limpio y en buenas condiciones para prevenir infecciones y asegurar su efectividad. Aquí te presentamos algunas recomendaciones para el cuidado y limpieza del relactador:
- Lava tus manos: antes de manipularlo o cualquier parte del equipo, lávate bien las manos con agua y jabón. Esto ayudará a prevenir la propagación de gérmenes.
- Limpia el relactador después de cada uso: después de cada uso, desarmalo y limpia todas las partes con agua y jabón suave. Asegúrate de enjuagar bien todas las piezas con agua tibia y deja que se sequen al aire libre.
- Esteriliza el relactador: una vez a la semana, es recomendable esterilizar el relactador para prevenir infecciones. Puedes hacer esto sumergiendo todas las piezas en agua hirviendo durante al menos 5 minutos, o utilizando un esterilizador de vapor eléctrico.
- Verifica el estado del relactador: verifica regularmente el estado del aparatoy sus piezas para asegurarte de que estén en buenas condiciones de funcionamiento. Si observas algún desgaste o daño en alguna parte del equipo, reemplázala de inmediato.
- Guarda el relactador adecuadamente: una vez que hayas limpiado y esterilizado el aparato, guárdalo en un lugar limpio y seco para protegerlo de la exposición a gérmenes.
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